jueves, 31 de agosto de 2017

Buenos deseos

(Meses después del 8 de marzo y de muchos “días” más)

Buenos deseos no faltaron ese día para poder eliminar las piedras que hay en el camino para la igualdad de hombre y mujer. No solo para que la mujer cobre igual que el hombre en el mismo trabajo, sino para que también se note por los hechos y no por las palabras que pueden dirigir empresas, bancos o puertos deportivos.
Buenos deseos son los de devolverle la palabra no solo el día 8 de marzo delante de la catedral, ayuntamiento o delegación del gobierno, todos seriecitos y con mirada compungida, sino en cualquier momento del trabajo o de la vida dejar tomar decisiones, y que se note que tanto monta monta tanto uno como otra y otra como uno. 
Buenos deseos son los de fomentar la independencia (no solo la autonomía) económica de las mujeres, sino colocarla en el centro del emprendimiento y exigirle al abrir un negocio los mismos papeles que al hombre.
Buenos deseos son hacer posible las narraciones todas las tuyas, las mías, las suyas para hacer un nosotros comunitario.
Buenos deseos son no solo escuchar la voz de la Iglesia pregonando que todos somos hermanos, sino ver también sus acciones empoderando a las mujeres a sus cargos de dirección.

Buenos deseos son no solo estar atentos a los días internacionales de… y recordar ese día la carencia de algunos colectivos, sino también luchar día a día para que, desapareciendo esas carencias ya no tengamos que celebrar días internacionales de nadie.


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